Hace unas semanas hablábamos de la vivienda cedida en comodato y hoy abordaremos otro concepto: el cohousing.
Y es que, cada vez más, vemos un ecosistema inmobiliario cambiante en el que nacen propuestas distintas a los tradicionales modelos de compra o alquiler de viviendas.
¿Qué es el cohousing?
Comencemos por el principio: ¿qué entendemos por cohousing? Aunque suele hablarse de ello utilizando el término inglés, lo cierto es que existen voces españolas para referirse a este concepto, como son la covivienda, la cooperativa de viviendas o las viviendas colaborativas.
Podríamos empezar definiendo la covivienda como una comunidad formada de manera intencional y planificada y que se compone de casas privadas que comparten un mismo espacio comunitario.
Dicho espacio comunitario puede variar en función de la zona o de las decisiones que hayan tomado los propietarios, pero suelen albergar áreas recreativas infantiles, piscinas, barbacoas, jardines, lugares para hacer deporte, oficinas, talleres, gimnasios, salas de reuniones…
Normalmente, y aunque cada comunidad tiene su propia normativa, estas instalaciones están a disposición de todos los vecinos bajo demanda. Es decir, el acceso es libre, pero en muchos casos tiene que reservarse previamente para poder disfrutarlas.
El caso es que, al ser zonas construidas entre muchas personas, el coste de adquisición se reduce y hace que puedas disponer de algo que, de manera individual, no sería posible. Esta es, sin duda, una de las mayores razones de su éxito.
Características del cohousing
Tras lo que hemos visto en líneas anteriores, podríamos decir que el régimen de covivienda presenta tres características principales:
- Viviendas privadas con espacios comunes.
- Grupos de convivencia formados de manera premeditada y, normalmente, con intereses comunes.
- Acceso a la vivienda a un precio más asequible.
Pero, ¿de dónde surge esta tendencia?
Esta iniciativa tiene su origen en Dinamarca, convirtiéndose así en el país pionero en introducir esta tipología de vivienda.
Poco a poco, pero con paso firme, las cooperativas de viviendas se están abriendo paso en España, posicionándose como una alternativa a tener en cuenta.
Y no es de extrañar, ya que en un país con un gran volumen de personas mayores, se trata de una solución muy viable para ancianos que viven solos y que quieren tener más contacto con su vecindario.
No obstante, esta tendencia no es exclusivamente senior, ya que cada vez más personas se lo plantean a una edad más temprana, dadas las grandes dificultades económicas que sufre la población más joven.
Y ahora que ya lo sabes todo acerca de este estilo de vida: ¿qué te parece? ¡Te leemos en comentarios!