Etimológicamente, kokedama significa “bola de musgo”, siendo “koke”, musgo y “dama”, bola.
Esto nos lleva a definir la kokedama como una técnica floral de origen japonés que consiste en la creación de una esfera de musgo y la colocación de la planta en su centro. De este modo, la bola arcillosa actúa como maceta y sustrato, eliminando así el tradicional macetero y otorgándole un aspecto original y diferente.
¿Cuáles son las ventajas de la kokedama?
Si te estamos explicando todo esto y apostamos por ella es porque:
- Al realizarse manera manual, no existen dos composiciones iguales. Con ello, conseguirás un elemento decorativo completamente exclusivo.
- Más allá de las connotaciones estéticas, esta técnica aporta grandes ventajas a las plantas. Por un lado, las raíces están más aireadas que en una maceta tradicional. Por otro, los nutrientes quedan retenidos gracias a la arcilla que se utiliza.
- Su cuidado es muy sencillo. Basta con que sigas leyendo y pongas en práctica lo que te contamos a continuación.
¿Cómo cuidar la kokedama?
En cuanto al riego, te recomendamos que la riegues por inmersión o por aspersión de la bola de musgo. La frecuencia dependerá de la planta y de la época del año, pero ten presente que requerirá menos agua que las plantadas en maceteros.
En referencia a su ubicación, apuesta por un lugar bien iluminado y cercano a una ventana. Protégela de las corrientes de aire, así como de los focos de calor, como puede ser la calefacción. Es importante no exponerla a temperaturas extremas, ya sean altas o bajas, para que crezca sana y fuerte.
Además, te contaremos que la tendencia actual es colgarlas de la pared o del techo. De este modo, además, puedes rentabilizar el espacio si resides en una vivienda pequeña y generarás mayor sensación de amplitud cuanto más alta la coloques.
¿Cuáles son las mejores plantas para crear kokedamas?
Por último, vamos a contarte que la kokedama es un elemento más recomendado para el interior que para el exterior.
Las plantas que suelen cultivarse en ella son los helechos, las cintas, las crasas o la hiedra.
No obstante, es válido para casi cualquier planta que elijas. Únicamente tendrás que respetar las especificaciones y cuidados de cada una.
Y ahora sí, nos despedimos un día más con esta pequeña clase de jardinería doméstica. ¡Anímate y cuéntanos el resultado!