Si te gusta empezar el día con energía y te gusta darte un capricho mañanero tomando un buen café, ¡el post de hoy te va a gustar mucho!
Amantes de la cafeína, os traemos un tema muy interesante. Os vamos a enseñar cuáles son las diferentes variedades de café y la mejor forma de preparar esta maravillosa y popular bebida.
Tipos de café, ¿cómo es cada uno?:
Lo primero que debemos saber es cuál es la diferencia entre las 4 clases más populares de café:
- Café arábica: es suave, con un ligero toque ácido en equilibrio. Te sonará el Moka: arábico y ligero, cuyo sabor recuerda un pelín al chocolate.
- Café robusta: este tipo es más amargo, con matices de frutos secos y madera. Su textura es áspera y cremosa.
- Café torrefacto: esta variedad se obtiene añadiendo azúcar durante el proceso del tostado natural, consiguiendo así un sabor fuerte, amargo y con el doble de cafeína que el café arábica.
- Café tipo mezcla: el más popularizado en España y que se comercializa envasado en paquetes o cápsulas. Su origen data de la posguerra y está constituido por un tueste natural y café torrefacto en proporciones diferentes. No obstante, son muchas ya las marcas que lo comercializan, seleccionando diferentes granos de café arábica y sin añadir torrefacto.
¿Cuál es el mejor tipo de café para preparar en casa?
Como dice la frase “para gustos se hicieron los colores”, este mismo concepto podemos aplicarlo al café. Sin embargo, expertos baristas y nutricionistas desaconsejan el consumo del torrefacto: contiene bastante azúcar carbonizado, desaconsejable para nuestra salud.
La OMS ya ha alertado en varias ocasiones sobre el exceso de azúcar que consumimos diariamente, un mal hábito nutricional que trae consigo el desarrollo de enfermedades como la diabetes, hipertensión o problemas de obesidad.
Por ello, si lo consumes a diario y quieres la mejor calidad y valor nutricional, te recomendamos que apuestes por el 100% natural: café arábica.
Guía de preparación
Sabiendo cuál es el mejor tipo para hacer en casa, aquí van los consejos básicos para disfrutarlo:
En grano, ¡sí, por favor!
En lugar de comprarlo directamente molido o envasado en cápsulas, opta por adquirirlo en grano y molerlo tú directamente en casa. Para ello, puedes hacerte con un molinillo doméstico o una cafetera automática que cuente con esa función. Notarás la diferencia en el sabor, siendo este más intenso y delicioso.
Si nos ponemos exquisitos, deberías conseguirlo lo más fresco posible, perfectamente conservado y con un tueste del grano diario para una calidad excelente.
El sabor puede verse alterado por la dureza del agua
Es la base para una correcta preparación, de modo que, comprueba que las propiedades del agua son las adecuadas. Si resides en zonas que presentan agua con una dureza importante, utiliza agua de mineralización débil.
Nunca lo prepares directamente con agua caliente. El calentamiento y proceso han de ser paulatinos.
Aspecto y sabor natural
Esto depende un poco de tus gustos y el tipo de cafetera que tengas. Nuestro consejo es uno equilibrado y natural. Evita uno espeso o muy aguado.
Recién hecho y caliente sabe mejor
Como ocurre con el resto de los alimentos recién cocinados, el café recién hecho mantiene todas sus propiedades y te sentará de maravilla.
Por último, hemos recopilado las 5 formas más populares de preparar café:
- Solo o espresso: tal cual, con una ligera capa espumosa por encima.
- Cortado: solo, pero con un toque ligero de leche.
- Americano: espresso añadiendo al final agua hirviendo. El resultado es menos potente, aguado y reducción del amargor.
- Con leche: proporción igual de café y leche.
- Bombón: añade leche condensada en la taza antes de servirlo y el resultado es un café dulce.
¿Cuál es tu momento del día para tomar café? Sea cual sea, lo importante es la calidad y sabor 100 % natural.
Festeja también la llegada del equinoccio otoñal, siguiendo las pautas para preparar tu vivienda en otoño.